Cada vez es mayor el número de pacientes que acuden a la consulta, no solo para adelgazar , sino porque presentan trastornos digestivos o síntomas digestivos diversos, como:

  • Sensación de pesadez, digestiones lentas, molestias abdominales difusas, distensión abdominal y/o trastornos del tránsito, bien sea estreñimiento con menor número de deposiciones y/o consistencia dura de las heces o bien heces blandas, de consistencia ligera que en ocasiones, presenta una urgencia de defecar que les condiciona e incomoda la vida.

En todos los casos, la causa no es la misma. Hay que hacer una historia médica, una palpación y auscultación abdominal y luego dirigir el diagnóstico ayudándonos con distintas pruebas médicas, para descartar algunas patologías; infección por helicobacter pylori, patología biliar, intolerancias alimentarias reales, bien sea a la lactosa, al gluten, etc. Incluso un síndrome de sobrecrecimiento bacteriano SIBO.

En muchas ocasiones , no podemos concluir y hacer un diagnóstico de ninguna de estas causas y en estos casos mi experiencia me lleva a indicar una dieta adecuada y adaptada a los hábitos del paciente y además con una exención (retirada de algunos alimentos) de forma transitoria.

Mientras, trato al paciente con probióticos específicos, para sanear la microbiota y si lo creo conveniente doy L-glutamina para reparar la pared intestinal, si intuyo una hipermeabilidad intestinal. Así se logra una gran mejora de los síntomas y luego voy incluyendo paulatinamente los alimentos retirados, y observo si al introducir alguno de ellos en la dieta, reaparece alguno de los síntomas incómodos que le trajo a la consulta.

Si eso ocurre, pido una prueba de intolerancia para ese alimento en concreto. Además, no podemos olvidar observar a nuestro paciente como un todo, solo no es un aparato digestivo; sus problemas; el estrés laboral o familiar, los problemas afectivos… Está muy claro que todo ello está relacionado.

Cuando los pacientes presentan este tipo de trastornos digestivos nuestra experiencia nos lleva a un enfoque integral del paciente. Hoy hablamos de un eje CEREBRO – INTESTINO – ENDOCRINO. Todo está relacionado y de ese modo hay que tratarlo.