Cuando la dieta solo no basta para perder peso

Todos sabemos que la dieta, la educación nutricional y un cambio de estilo de vida, con más ejercicio físico, es imprescindible no solo para perder peso, sino para no recuperarlo  y mantenerse.

Sin embargo, muchas veces, eso no es suficiente. El peso, los kilos que un paciente ha ido atesorando a lo largo de su vida, son siempre el resultado de algo y es necesario ir más allá.

1. Hay circunstancias en las que el paciente es muy compulsivo. Una situación de estrés crónico hace que disminuya un neurotransmisor cerebral (la serotonina) y no comen por hambre, es la necesidad de llenar agujeros afectivos, infelicidad, miedos, soledad…. Y esos agujeros se llenan comiendo de forma incontrolada, sobre todo por la tarde- noche o incluso despertándose durante la noche para comer: es lo que denominamos compulsión nocturna.

En estos casos además de un apoyo psicológico, es necesario un tratamiento médico, que ayude a regular los niveles de ese neurotransmisor y nos regule el humor y la ansiedad, sin la necesidad irrefrenable de comer para llenar, lo “inllenable ”.

2. En otros casos los pacientes tienen mucha hambre, nunca se sienten saciados y comen mucha cantidad. Para ellos, lo importante no es qué comen, sino cuánto comen. Antes de tomar la decisión de una cirugía bariátrica, para disminuir la capacidad gástrica, contamos con la ayuda de otro tratamiento médico que retrasa el vaciamiento del estómago y el paciente tiene la sensación de estar más lleno. Eso le ayuda a comer menos cantidad.

No todos los pacientes son candidatos a los mismos tratamientos y como todas las medicaciones, tienen sus contraindicaciones.

Una buena historia médica con una valoración exhaustiva, nos hará elegir bien al paciente correcto y no dudéis de que estas medicaciones, pueden ayudarle en su intento de perder kilos.

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