Mitos y creencias sobre la lechuga y el sobrepeso

Hoy quisiera hablaros sobre los mitos o creencias que relacionan a la lechuga con el sobrepeso. La lechuga es un vegetal ligero, saludable y muy refrescante, que se consume sobre todo crudo y en forma de ensaladas y no debería de faltar en nuestra mesa.

En cuanto a su composición nutricional: el 95% es agua y su aporte calórico es de 12 Kcal/100grs. Es pobre en sodio 3 mgr/100grs y rica en potasio 220 mgr/100grs.

Eso quiere decir que es un alimento con muy pocas calorías y que no retiene líquidos (porque es pobre en sal y rica en potasio) y si lo hace, será porque nosotros le añadimos mucha sal o por que hay otro problema sobreañadido.

Mito 1: La lechuga engorda y más por la noche

Mitos sobre la lechuga y el sobrepeso

  • La lechuga es muy rica en fibra, eso le confiere propiedades beneficiosas y es que ayuda a regular el tránsito intestinal y corregir el estreñimiento, pero como todos los alimentos ricos en fibra, pueden producir flatulencia y meteorismo, eso hace que las personas se noten más hinchadas y con mayor perímetro abdominal. Eso es aire, no es engordar. Para mitigar este problema, es recomendable no poner gran cantidad y cortarla en trozos pequeños en juliana, lo cual facilita la digestión y masticar mucho y lentamente.
  • Por otro lado, al consumirse la lechuga en ensalada, se aliña con vinagre, que es ácido acético y puede aumentar la acidez gástrica. Por ello no sienta muy bien por la noche y sobre todo a las personas que tienen hernia de hiato y reflujo gastro-esofágico.. Puede solucionarse si le ponemos limón y la consumimos en la comida y no en la cena.
  • La vida moderna y trabajar hasta tarde, muchas veces “malcomidos”, nos hace llegar a casa con ganas de comer el frigorífico entero. Eso no es correcto, la cena solo debe aportar entre el 15-25% de calorías de todo el día y la realidad es la contraria. Esa no es una hora de llenarnos de nada, pues hay que cenar poco y de ese modo mientras dormimos el organismo utiliza las reservas. Pero si hemos cenado mucho, se relaciona con el acúmulo de grasa que facilita el sobrepeso y la obesidad. Evidentemente, si no hay problemas añadidos gástricos, no añadimos mucha sal, ni mucho vinagre, no ponemos gran cantidad y la cortamos en juliana, será mejor cenar lechuga con 12 kcal /100grs, que otros alimentos más calóricos.

Mito 2: La lechuga retiene líquidos

La lechuga, otras verduras y frutas, son alimentos ricos en agua, pero esa agua, no se queda con nosotros para siempre y nos ayuda a pesar más, en las personas sanas esa cantidad de agua, el bajo nivel de sodio y la riqueza en potasio, aumenta la diuresis.

A veces la gente nos comenta que si cenan lechuga u otros alimentos ricos en agua, se levantan con los dedos y párpados más hinchados. Eso puede ser porque el agua durante el día se acumula en las zonas más declives ( tobillos ) donde le lleva la gravedad. Lo contrario ocurre al dormir, pues al estar tumbados con las piernas elevadas, el agua se reabsorbe y se acumula allí donde los tejidos son más laxos: las ojeras, los dedos… Pero según va transcurriendo el día, esa agua pasa al torrente circulatorio, lo filtra el riñón y orinamos.

Muchos pacientes me comentan: “yo no orino nada” pero es que no beben nada. La hidratación en este caso es fundamental. Es un tema que les preocupa mucho y habría que individualizar por si esa persona tuviera otro problema concreto.

Resumen final
  • La lechuga no retiene líquidos, como cualquier alimento rico en agua nos ayuda a orinar. Su bajo aporte calórico es ideal en las dietas para perder peso.
  • Es ideal para los diabéticos, para las personas con colesterol y triglicéridos elevados, pues no contiene hidratos de carbono, ni grasa.
  • Por su elevado contenido en vitamina K cuidado aquellos pacientes que toman anticoagulantes. Los pacientes hipertensos cuidado con la sal de condimentación.

Recordad que las recomendaciones nos dicen que hay que consumir cinco raciones al día entre frutas y verduras, procurar comprar siempre los productos de temporada y frescos y ahora en primavera y verano es el turno de las lechugas de nuestra huertas.

Espero que este artículo sobre los falsos mitos sobre la lechuga y el sobrepeso os haya sido de ayuda y podáis incorporarla a vuestra alimentación cotidiana sin ningún tipo de  prejuicios