LACTANCIA MATERNA
La lactancia materna es la mejor forma de alimentar al recién nacido, le aporta todos los nutrientes para su óptimo crecimiento y desarrollo de forma higiénica y económica.
Si es posible, se debería continuar hasta el año o dos años de vida, completando la dieta con la introducción de frutas, verduras y cereales, siempre y cuando su pediatra le vaya indicando, según madure el tubo digestivo del niño.
La lactancia materna debería comenzar en la primera hora de la vida y continuar a demanda, cuando lo pida el bebé, tanto de día como de noche.
IMPORTANCIA DE LA LECHE MATERNA PARA EL NIÑO
- La leche de la madre, posee todos los nutrientes para su crecimiento y desarrollo.
- Le aporta las defensas necesarias contra las enfermedades e infecciones más frecuentes fuera del claustro materno, como las diarreas y neumonías, entre otras.
- Gracias al cambio de concentración de la leche materna entre el principio y el final de la toma y en cada mama, el niño aprende a regular la sensación de saciedad, ayudando a prevenir la obesidad.
- Existen estudios en los que se relaciona la lactancia materna con cifras de tensión arterial, de colesterol e incidencia de diabetes más bajas en el adulto.
- Ayuda a desarrollar una flora intestinal o microbiota adecuada en el tubo digestivo de nuestro bebé.
- La lactancia materna fortalece el vínculo afectivo entre madre e hijo, siendo la base fundamental para el desarrollo emocional del niño. Se aconseja se realice en ambiente íntimo y tranquilo.
REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES EN LA DIETA DE LA MADRE DURANTE LA LACTANCIA
En general, la madre tiene un aumento de sus necesidades nutricionales, consecuencia de la mayor demanda para sintetizar la leche materna que debe satisfacer los requerimientos para el periodo inicial de la vida de su bebé.
- Hay que aumentar unas 500-600 Kcal diarias en la dieta, debido a las pérdidas aumentadas en la lactancia.
- Se aumenta también la tasa proteica de la dieta de la madre, pues la leche materna tiene una gran riqueza en proteínas, necesarias para el crecimiento del niño.
- Es necesaria una ingesta de líquidos adecuada, porque se pierde agua en cada toma. La madre suele sentir como mecanismo de adaptación, más hambre y más sed.
- La ingesta de calcio debe aumentar con respecto al adulto normal unos 500-700 mg más, pasando de 800 mg hasta 1500 mg. Unas 4-6 raciones de lácteos al día. Es importante también comer frutos secos.
- Dieta rica en verduras, frutas y hortalizas, para aportar más cantidad de folatos, vitamina C, Zinc, selenio y yodo, pues los requerimientos para la madre son algo superiores, pero no suele hacer falta suplementación.
- Evitar alimentos que puedan variar el sabor de la leche y aumentar la flatulencia y los cólicos del lactante: espárragos, berza, coles, puerros, cebolla, ajo, alcachofas, incluso no abusar de legumbres.
- No consumir tabaco, alcohol, cafeína y otras bebidas excitantes, pues pueden pasar a la leche materna y al bebé.
- Jamás medicarse sin consultar, pues muchos medicamentos, pueden también eliminarse por la leche.
Espero que estos consejos sobre alimentación y hábitos maternos durante la lactancia os sean de utilidad.
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