ALIMENTOS CONGELADOS Y CONSERVAS

En este post quisiera hablaros de los alimentos congelados y las conservas. Os daré algunos consejos sobre sus valores nutricionales y el modo más óptimo para incorporarlos con seguridad a nuestra vida cotidiana.

Siempre que se pueda, los productos frescos, de proximidad y de temporada, son la mejor opción, pero por nuestra forma de vida y la falta de tiempo y ganas, los alimentos procesados han entrado en nuestros hogares.

Tanto las conservas, como los congelados, son dos formas de prolongar la vida del alimento e impedir la proliferación bacteriana, que pueden ayudarnos y facilitarnos el tiempo dedicado a la compra y cocinado.

ALIMENTOS CONGELADOS

Conservan el color, el sabor y el valor nutricional del alimento, ofrecen un precio más bajo que el alimento fresco y han incrementado mucho su consumo.

Recomendaciones:

  1. COMPRAR EL PRODUCTO PREVIAMENTE CONGELADO

Gracias a la ultracongelación que alcanza los -40º en un cortísimo espacio de tiempo, el alimento conserva el 100% de su valor nutricional, incluso es mayor que en el producto fresco, sobre todo en las verduras, pues en la verdura fresca con el tiempo necesario para la recolección, almacenaje y distribución, hay una ligera pérdida de vitamina C.

Los productos pre-cocinados que se venden congelados como las pizzas, lasagnas, alimentos rebozados listos para freír, etc. mi consejo es que sean de consumo ESPORÁDICO, pues aportan grasa nociva en nuestra dieta.

El pescado congelado es una muy buena opción, por su valor nutricional y porque evita la contaminación de anisakis y porque su precio es competitivo.

Una vez hecha la compra, no hay que romper la cadena del frío, y lo mejor es trasportarlo en bolsa especial de congelados, lo más rápidamente posible a nuestro congelador.

   2. CONGELAR Y DESCONGELAR ADECUADAMENTE EN NUESTROS HOGARES

Necesitamos un congelador de cuatro estrellas, que llega hasta -30º y conserva nuestros alimentos ya congelados a -18º.

Utilizaremos las bolsas de congelados y haremos raciones pequeñas, para que el centro de la pieza pueda llegar a esos -18º, si no hay riesgo de contaminación. Tener siempre el congelador ordenado y sin escarcha.

Nunca descongelar raciones mayores de lo que vayamos a consumir, pues si no el resto hay que tirarlo.

Jamás volver a congelar un producto ya descongelado.

Podemos congelar productos frescos o cocinados por nosotros mismos. Las carnes y los  pescados, quedan estupendamente.

Si vamos a congelar la verdura fresca, conviene previamente escaldarla, para evitar las reacciones enzimáticas.

La correcta descongelación, se hace lentamente, desde el congelador al frigorífico, con excepción de la verdura que se vierte en el agua hirviendo directamente.

Si un día no hemos previsto la descongelación y necesitamos el producto rápidamente, utilizar el microondas, pero nunca al chorro de agua caliente, pues hay riesgo de contaminación.

Se forman cristales de hielo que rompen las fibras musculares y el contenido del líquido intracelular, puede contaminarse fácilmente.

Poner siempre la fecha de la congelación, para controlar el tiempo que el alimento lleva congelado.

Tiempos recomendados para los alimentos congelados:

  • La carne en filetes, dura unos 12 meses, con excepción del pollo o pavo que dura unos 9 meses y las hamburguesas unos 6 meses
  • El pescado blanco unos 6 meses y el graso o pescado azul unos 3 meses
  • Los productos previamente cocinados o guisados por nosotros tienen una duración recomendada de tres meses.

LAS CONSERVAS

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Al igual que la congelación es otro modo de conservación del alimento, que en un momento dado facilita nuestra vida. Cuando compramos las conservas en el supermercado, debemos fijarnos siempre en las fechas de caducidad. Te puede ayudar disponer las latas de conserva más antiguas al alcance de tu mano, para consumirlas las primeras. Así no te olvidarás de ellas.

También debemos fijarnos en que las latas mantengan en buen estado exterior, que no estén golpeadas, ni abombadas.

En nuestro medio hay costumbre de embotar en nuestros domicilios, el bonito, los pimientos, etc. Es un procedimiento que necesita alcanzar una temperatura determinada y sobre todo que se haga el vacío en el bote. Es un procedimiento que tiene sus riesgos, pues si el vacío no está bien hecho pueden proliferar unas bacterias llamadas clostridium botulinum, que produce una enfermedad severa, que es el botulismo.

DESECHAR SIEMPRE  LAS CONSERVAS CASERAS QUE SE ABRAN SIN DIFICULTAD Y NO TENGAN VACíO.

DIFERENCIAS NUTRICIONALES DE LOS ALIMENTOS CONGELADOS Y CONSERVAS

El contenido de macronutrientes; grasa, proteínas, hidratos de carbono, es muy similar en ambos casos. En los productos congelados se concentran un poco más, lo cual puede aumentar muy discretamente el valor calórico.

El contenido en micronutrientes; vitaminas y minerales, es mucho mejor en los congelados. No hay pérdidas con respecto al alimento crudo. En las conservas se añade más sodio (sal) y disminuye el potasio, la fibra y la vitamina C. Hay una excepción en las conservas de pescado azul, en las que la cantidad de calcio es bastante mayor que en el producto fresco.

CONCLUSIÓN

La opción mejor para una alimentación saludable es el producto fresco, si no se puede, los congelados conservan todas sus propiedades nutricionales y no se les añaden conservantes ni sodio.

Las conservas son muy buena opción sobre todo las sardinas que ganan en contenido de calcio, pero no tan buena opción en las verduras; pues pierden algunas vitaminas antioxidantes y ganan en sal, que no es aconsejable en los hipertensos ni en los problemas de insuficiencia renal.